Ayer
participé en la primera edición de la Subida al Muro de Cadrete, la
carrera tenía el formato de Contrarreloj individual, saliendo los
participantes cada 1´. Los 88 participantes tendríamos que
recorrer 3,6 km,s con más de 300 metros de desnivel positivo.
Aunque
con desniveles más duros mis dos participaciones en carreras con
este formato habían traído un 4º y un 1º puesto, allá por 2012
cuando participé en el I Trofeo Refugio de Bujaruelo y en la I
Subida al Pico del Águila respectivamente.
Con
estos precedentes, un nerviosismo especial recorría mi cuerpo,
mientras calentaba con mis compañeros de equipo Pablo Sicilia y
Javier Solanas.
Había
calculado que podría realizar la subida menos de 20´ y que la
victoria por equipos era bastante factible.
En
cuanto a poder ganar la carrera, mucho me lo tenía que currar ya que
detrás de mí salían Pablo Sicilia, David Robles, Marcos López y
por último para mí el gran favorito Toño Muro.
Los
primeros metros salí relativamente conservador, controlando no
pasarme de pulsaciones y aumentando el esfuerzo percibido poco a
poco. Vi por primera vez al corredor que me precedía aproximadamente
en el minuto 6 de carrera, a partir de aquí el esfuerzo hasta el
final iba a ser máximo.
Primeros instantes
En
el minuto 9 lo cacé, ello supuso una inyección de moral, unido a
los ánimos de los espectadores que me decían “buen ritmo, buen
ritmo”. En los falsos llanos y en los pequeños tramos de bajada
intentaba alargar zancada, no era terreno para recuperar sino para
apretar más. También en algunos repechos tuve que andar.
Ya
en la pista tras el último giro a izquierdas eché la vista atrás
por primera vez. Pude ver a los corredores que había doblado y no vi
a Pablo, aquí me di cuenta que el tiempo en meta iba a ser bueno.
En
los últimos 100 metros ahí estaba “el presi Solanas” dándome
ánimos, mientras esprintaba sin aliento hasta el arco de meta
parando el crono en 19´06´´.
“Vaya
tiempazo” me decían algunos mientras continuaba caminando y
recuperándome de tan agónico esfuerzo.
Ahora
tocaba esperar a los 4 que lo podían batir, que al igual que yo
llegaron exhaustos a meta.
Robles
que había entrado muy cerca de Pablo podía hacer peligrar el primer
puesto, pero al final la organización confirmaba que mi tiempo era
de unos 40´´ mejor. Ya sólo quedaban el 2 y el 1.
Por
la diferencia de tiempo con Robles, Marcos López no lo iba a batir
pero muy cerca llegaba Toño Muro.
Finalmente
me confirmaban que Toño Muro tampoco lo batía, quedando también a
unos 40´´.
Una
mezcla de asombro y felicidad me invadía en esos momentos, mientras
recibía las felicitaciones del resto de los competidores.
La carrera fue más dura de lo que los datos técnicos podían presagiar.
Abajo
nos esperaba una cesta como ganadores por equipos.
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